sábado, 3 de septiembre de 2005

Dos países de ciegos

"En el país de los ciegos el tuerto es el rey" es un refrán en el que se suele estar de acuerdo y que se confirma en obras como "Ensayo sobre la ceguera" de Saramago y su personaje de la mujer del doctor que no habiendo perdido la vista hace de guía y líder al resto del grupo que vive "como si hubiera caído en un mar de leche". Sin embargo, convendría matizarlo y dejarlo en "En el país de los que perdieron la vista el tuerto es el rey". Lo demuestra el genial relato de H.G. Wells "El país de los ciegos". En este caso aquel que puede ver llega a un país de generaciones y generaciones de invidentes a los que éste les parece un loco y un peligro que les intenta hacer creer ideas perversas como la infinidad del universo o la belleza del cielo o de los colores; hasta el punto de querer "curarle":

-Esas protuberancias nocivas que él llama ojos y que en los seres perfectos sólo existen para ahondar una bella depresión en la cara, las tiene Núñez tan enfermas, que la dolencia le ha penetrado hasta los sesos. Reparad en que están enormemente distendidas, tienen una doble fila de pelos y además se abren y se mueven. No es preciso añadir más para demostraros cómo su cerebro ha de estar en un estado fluctuante entre la irritación y el idiotismo, sin parar nunca en el fiel de la sensatez.
-Claro -respondió Jacob. -Para curarlo es preciso intentar una operación a la vez sencilla y radical; hay que extirparle esos dos cuerpos excitantes.
-¿Y sanará?
-Seguramente; y haremos de él un modelo de ciudadano.


Saramago y los ojos ciegos "que viendo, no ven"

2 comentarios:

Cisne Negro dijo...

Interesante post e interesante blog. Te he visto mientras hacía ping-pong en Bitacoras.algo y he decidido visitarte; creo que ha valido la pena. Un saludo desde Palma!

Anónimo dijo...

Brillante blog, un verdader gusto leer tus exposiciones.
Suerte y adelante!