domingo, 25 de noviembre de 2007

Frases y fragmentos ... XXX

... de lecturas más o menos recientes.


Plutarco Dawkins Sagan


"Un analfabeto se dirigió a Arístides, a quien nunca había visto antes, y le pidió que escribiera el nombre Arístides en un trozo de cerámica, a fin de poder votar por el ostracismo de este. Arístides le preguntó: ‘¿Qué mal te he hecho?’. El analfabeto contestó: ‘Ninguno. Y no le conozco, pero me molesta que todos le llamen Arístides el Justo’. Sin más, Arístides escribió su propio nombre en el trozo de cerámica."
Vida de Arístides. Plutarco.

"Pienso que la candidez confiada puede ser normal y saludable en un niño, pero puede convertirse en credulidad enfermiza y censurable en un adulto. Crecer y convertirse en adulto, en el sentido más pleno de la palabra, debería incluir el cultivo de un saludable escepticismo. La predisposición a dejarse engañar puede calificarse de infantil, porque es común (y defendible) en los niños. Sospecho que su persistencia en los adultos surge del deseo (en realidad, anhelo vehemente) de las seguridades y comodidades perdidas de la niñez. Este aspecto lo describió muy bien en 1986 Isaac Asimov, el gran escritor de ciencia ficción y divulgador científico: ‘Inspecciónese cada una de las muestras de seudociencia y se encontrará una manta de seguridad, un pulgar que chupar, una falda que agarrar’(…)
En la infancia nuestra credulidad nos es muy útil. Nos ayuda a llenar nuestro cráneo, de manera extraordinariamente rápida, con la sabiduría de nuestros padres y antepasados. Pero si no crecemos para salir de ella en la plenitud del tiempo, nuestra naturaleza de oruga nos convierte en un blanco fácil para astrólogos, médiums, gurúes, evangelistas y charlatanes
."
Destejiendo el arco iris: ciencia, ilusión y el deseo de asombro. Richard Dawkins.

"Dicho sea de paso, ‘sexo’ es correcto, mientras que ‘género’ no lo es. Género es un término técnico gramatical, que se aplica a las palabras, no a los organismos. En alemán, el género de una muchacha es neutro, pero su sexo es femenino. Los lenguajes amerindios tienen típicamente dos géneros, animado e inanimado. La asociación de género con sexo en algunos grupos de lenguajes es fortuita. Resulta gracioso que el eufemismo políticamente correcto – decir género cuando uno se refiere al sexo de cada cual- sea, en consecuencia, un ejemplo de imperialismo occidental."
Destejiendo el arco iris: ciencia, ilusión y el deseo de asombro. Richard Dawkins.

"¿Cómo es que apenas ninguna de las principales religiones ha considerado la ciencia y ha llegado a la siguiente conclusión: ‘¡Esto es mejor de lo que pensábamos! El universo es mucho mayor de lo que dijeron nuestros profetas, más grandioso, más sutil, más elegante?' En vez de eso dicen: ‘¡No, no, no! Mi dios es un dios pequeño, y quiero que siga siéndolo’. Una religión, vieja o nueva, que resaltara la magnificencia del universo tal como la revela la ciencia moderna podría ser capaz de movilizar reservas de reverencia y admiración que las confesiones convencionales apenas han explotado."
Un punto azul pálido. Carl Sagan.



sábado, 17 de noviembre de 2007

El cementerio

Un camino de piedras le recibió cuando penetró en el cementerio. Sabía que llenaban de piedrecillas el camino para amortiguar el ruido y evitar molestar a los que estaban debajo con las pisadas de los visitantes. Su padre le dijo una vez que todos los cementerios que él conocía tenían caminos de piedra, lo que confirmó su teoría. Le encantaba escuchar como su peso castigaba a un puñado de piedrecillas y como éstas se quejaban de esa forma tan musical; otras veces parecía entenderles un mensaje, un: ‘¡Silencio! Aquí la gente duerme … y, créeme, tienen un mal despertar’.
El aspecto de las tumbas y de los nichos, que imaginaba como camas perfectas diseñadas para gozar de la mayor comodidad posible, el silencio que imperaba y el interés de los mayores porque lo mantuviera, le habían llevado a la conclusión de que, efectivamente, dormían … (Si estuvieran muertos, ¿qué problema habría en hablar en voz alta, cantar o jugar escandalosamente al escondite con Laura y con mis primos dentro del cementerio?). Siempre había considerado a los que allí residían como gente que descansaba eternamente, aunque ese concepto de eternidad le parecía aún confuso. (Claro que sé que la gente muere, ¡tengo casi ocho años!, pero a ésos los incineran, como a la Tía Lourdes, porque ya no van a despertar jamás, los que traen aquí sólo están dormidos).
Cipreses, rodeando el muro a lo largo de todo el perímetro del cementerio, a una prudente distancia entre ellos, como torres de vigilancia. También le fascinaban los cipreses, a quienes consideraba unos enormes guardianes dispuestos a agacharse ágilmente y recoger entre sus ramas, para expulsarlo como una catapulta, a aquel que ignorando las órdenes de los mayores y las advertencias de las piedras del camino hiciera el ruido suficiente para que existiera el riesgo de que alguien despertara. Es cierto que nunca había visto que eso sucediera pero ¿cuál podía ser sino su función? y ¿por qué entonces nunca había visto cipreses fuera del cementerio?.
Había ido a mirar las fotos. Cientos de pequeñas fotografías que identificaban a cada una de las personas en el lugar donde reposaban. Muchas eran de personas muy mayores, que imaginaba les habían tomado justo antes de que iniciaran su gran sueño, pero otras eran anteriores: de sus bodas, de la primera comunión, de militares, de cuando iban al colegio, o incluso alguna de cuando eran bebés. No entendía porqué eran tan pequeñas y, en cambio, todas aquellas cruces eran tan grandes.
(-Luis, el profesor ha venido a decirme que has dicho en clase que no crees; - No, papá, yo no creo. Yo creo; – ¿Te estás riendo de mí?; -¡No, papá! Quiero decir que no creo en las cosas que explica el Padre Ramón, pero creo cosas … creo, de crear, … no de creer … cosas que me parecen más creíbles que las que él dice).
Siempre que las veía recordaba cuando su padre le preguntó aquello después de hablar con el profesor, cómo se levantó a buscar la correa para castigarle y cómo se detuvo después, mirándole fijamente, para, finalmente, y para su sorpresa y alivio, decirle mientras le acariciaba el pelo: ‘Está bien hijo. Pero nunca se lo cuentes a tu madre, ¿de acuerdo?’.
Se detuvo junto a un nicho a ras de suelo, en el que aparecía la foto de una niña de su edad que le miraba con un gesto serio que contrastaba con sus graciosas trenzas. Era la que andaba buscando, se agachó para verla mejor. Miró a derecha e izquierda para asegurarse que estaba sólo. La altura del muro hacía que los cipreses no pudieran verle en aquel punto. Finalmente se decidió y golpeó suavemente sobre el nicho ... toc toc … como si llamara a la puerta. Miraba continuamente hacia arriba para asegurarse que el muro le protegía … ¿Hola? … Toc Toc ... un poco más fuerte … El fuerte viento hacía moverse una papelera metálica cuyo chirrido competía con su silbido. ¿Puedes oírme? ¿Estás dormida? … TOC TOC … He pensado que a lo mejor te gustaría ir a jugar y, luego vuelves ... El viento … ¡El viento! Se giró para mirar sobre el muro y, aterrado, comprobó que su fuerza había movido lo suficiente la parte superior de uno de los cipreses para que estuviera en su campo de visión. Se levantó y empezó a correr hacia la salida, el viento parecía frenarle en su huída, le daba la sensación que las piedras del camino intentaban hacerle tropezar … veía a los cipreses girar hacia un lado y hacia otro (el viento, debe ser el viento), como si hablaran entre ellos decidiendo quien se encargaba de cogerle … Correr, correr, correr … Llegó hasta la verja de la salida .. ¡Cerrada! ¿Se había marchado ya el vigilante? … La empujó, estaba abierta, el viento la había entornado. Corrió sin detenerse por el parque que rodeaba el cementerio, atravesó la avenida para dirigirse a su casa a la que llegó apenas sin aliento. Su madre, en la cocina, se asustó al verle. '¡¡Luis!!, ¿Qué te pasa?. Parece que te persiga el diablo'. La abrazó y en cuanto recuperó parte del aliento le dijo entrecortadamente: 'Mamá, prométeme que si alguna vez me quedo dormido para siempre no pondréis en mi tumba una foto en la que esté guapo'.


sábado, 10 de noviembre de 2007

Frases y fragmentos ... XXIX

... de lecturas más o menos recientes.

Baudelaire Alberti

"Yo no pretendo que la Alegría no pueda asociarse con la Belleza, pero digo que la Alegría es uno de sus adornos más vulgares, mientras que la Melancolía es, por decirlo así, su ilustre compañera, llegando hasta el extremo de no concebir (¿será mi cerebro un espejo embrujado?) un tipo de Belleza donde no hay Dolor."
Mi corazón al desnudo. Charles Baudelaire.

"Hay que trabajar, si no por gusto, al menos por desesperación, ya que está comprobado que trabajar es menos fastidioso que divertirse.
Mi corazón al desnudo. Charles Baudelaire.

"Gusto inconmovible por la prostitución en el corazón del hombre, de donde nace su horror a la soledad. Quiere ser dos. El hombre de genio quiere ser uno, por lo tanto, solitario.
La gloria es seguir siendo uno y prostituirse de una manera original."
Mi corazón al desnudo. Charles Baudelaire

"Cuanto más el hombre cultiva las artes, menos jode.
Entre el espíritu y la bestia se produce un divorcio cada vez más sensible.
Sólo la bestia jode bien y la fornicación es el lirismo del pueblo.
Joder es aspirar a entrar en otro, y el artista jamás sale de sí."

Mi corazón al desnudo. Charles Baudelaire.

"¿Subsistiría alguien sobre la Tierra si cada hombre hubiese confesado a otro todos sus pensamientos? Creo que hasta nuestros primeros padres, Adán y Eva, se habrían asesinado mutuamente al pie del Árbol paradisíaco de la Ciencia."
Rafael Alberti (prólogo a Mi corazón al desnudo de Charles Baudelaire)