domingo, 24 de abril de 2011

Sándor Márai



"Incluso con mi último suspiro agradezco al destino que haya podido ser un hombre y, también, que en mi alma tenebrosa se haya encendido una chispa de inteligencia. He visto la tierra, el cielo y las estaciones. He conocido el amor, los fragmentos de la realidad, los deseos y los desengaños. He vivido en la Tierra y, poco a poco, me he serenado. Un día me moriré, y esto es prodigiosamente natural y sencillo. ¿Habría podido sucederme alguna otra cosa mejor y más sencilla? No, he vivido tanto como he podido y he vivido lo mejor de todo: el destino del hombre. Otra cosa mejor que esta no me habría podido pasar." (Herbario, 1943)

"Cualquier éxito despierta sospechas. ¿Qué hago yo del elogio que me hace mi cartero? No se puede conquistar el mundo, sólo se le puede convencer. El conquistador, aquel al cual el mundo abraza contra su pecho, siempre renuncia a él mismo; el que convence, somete a algo o a alguien, a una persona o a algún tipo de necedad. Yo voy buscando por la vida este otra éxito, que sólo puede ser personal: quiero convencer alguna otra alma. Y esto es lo máximo." (Cielo y tierra, 1942)